Este logro abre nuevas posibilidades para la donación de órganos y tejidos
La paciente presenta una buena evolución transcurridos dos meses de la intervención, que puso fin a una fotofobia invalidante que le provocaba intolerancia a la luz
La nueva técnica del Mancha Centro consiguió resolver este problema a través de microincisión y tras conservar el saco con éxito durante 15 días en su Banco de Ojos
El Servicio de Oftalmología del Hospital General ‘La Mancha Centro’ de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), realizó el pasado mes de septiembre el primer trasplante de saco cristaliniano de cadáver que se realiza en España, el segundo a nivel mundial tras Ucrania.
La realización de este trasplante coincide con el año de la celebración del 20 aniversario del Hospital Mancha Centro, y es fruto de muchos años de bagaje quirúrgico y experiencia en novedosas técnicas llevadas a cabo por los oftalmólogos manchegos en esas dos décadas. El Servicio de Oftalmología de este hospital fue el primero que llevó a cabo un trasplante de córnea en 1997, el primero que se realizaba en la región en general (no se había realizado antes ningún trasplante ni de órganos ni de tejidos).
Este nuevo tipo de trasplante ocular abre nuevas posibilidades para la donación de órganos y tejidos, demostrando que cada vez se pueden aprovechar más partes del cuerpo humano para beneficiar a otras personas, siendo éste uno de los principales objetivos de la Organización Nacional de Trasplantes.
El nuevo logro en trasplantes conseguido en Mancha Centro está enmarcado en el récord histórico en donación de nuestra región, que recientemente fue premiado por la ONT. Nuestra comunidad autónoma ha multiplicado por 37 el número de donantes de órganos los últimos años, lo que la convierte en la que mayor crecimiento de toda España ha experimentado.
El trasplante de saco cristaliniano consiguió solucionar con éxito el problema de aniridia (sin iris) que presentaba Josefa, la paciente beneficiaria del mismo, a la que le provocaba una fotofobia invalidante (es decir, intolerancia a la luz). La causa más frecuente de la aniridia es traumatismo contuso en una persona previamente operada, siendo la herida la válvula de escape por la que sale el iris y el cristalino. También puede deberse a complicaciones postquirúrgicas.
La solución tradicional de la aniridia consistía en colocar una prótesis de tamaño grande que exige una abertura corneal grande. La nueva técnica del Mancha Centro consigue resolver este problema a través de microincisión. Los oftalmólogos introdujeron todo plegado: el iris artificial, el saco cristaliniano del donante y la lente intraocular. Después lo suturaron por el sistema nudo de vaca (cow hitch).
Gracias a una donación multiorgánica
Otra de las ventajas es que permite realizar un estudio de viabilidad del trasplante, sin tener que hacerlo en caliente (es decir, en el mismo momento en que se obtiene el tejido). En este caso, se extrajo el saco cristaliniano de una donación multiorgánica registrada en agosto en el Hospital de Alcázar de San Juan, fecha en la que el jefe de Servicio de Oftalmología, Fernando González del Valle, se encontraba de guardia, siendo él mismo quien obtuvo el tejido. El saco cristaliniano se conservó durante 15 días en el Banco de Ojos del Hospital Mancha Centro, hasta que se le implantó con éxito a Josefa el 4 de septiembre.
Durante el tiempo que el saco cristaliniano estuvo en el Banco de Ojos, cuyo responsable es el doctor Javier Celis Sánchez, se trató con antimitótico para evitar su opacidad, siendo la primera vez que se realiza esta técnica para prevenir la opacidad del saco cristaliniano. Prueba de ello es la buena evolución que presenta Josefa, ya que trascurridos dos meses desde que se hizo el implante, el tejido sigue estando muy transparente gracias al citado tratamiento.
Los oftalmólogos del hospital alcazareño han sido pioneros a nivel nacional en técnicas de trasplantes corneales, endoteliales (solo determinadas capas de la córnea); procesamiento e implante de membrana amniótica (utilización de fragmentos de la placenta para determinadas patologías oculares); conservación de córneas en caliente; vitrectomías con lente panorámica; vitrectomía microincisional en implantes de lentes suturadas a esclera, así como en la preparación del ojo del cadáver.