Ya esta finalizado el ramal prinicipal de la tubería de abastecimiento de agua a la llanura manchega, que se carga en el trasvase Tajo-Segura para garantizar un suministro de casi 60 municipios y 450.000 personas.
La Tubería a La Mancha se dió por inaugurada en la instalación de distribución situada en el término municipal de Alcázar de San Juan, por lo que correspondió al alcalde Sánchez Bódalo actuar como anfitrión y darle la bienvenida a las autoridades, entre las que se encontraba el consejero de ordenación del territorio, Julián Sánchez Pingarrón, el director general del Agua, Josep Puxeu y el presidente Barreda. El alcalde alcazareño calificó el momento de histórico, que cumple un sueño de toda una amplia comarca.
Al acto asistieron también muchos alcaldes de las poblaciones afectadas, que, según el presidente regional, ya pueden decirle adiós al fantasma de la sequía. Esta tubería arranca de un tramo del acueducto del Tajo hacia el Segura, un trasvase que se ha venido llevando el agua del Tajo, pasando junto a pueblos, señaló Barreda, que debían ser abastecidos en verano con cisternas. Por eso, aseguró el presidente, esta nueva tubería no es un trasvase, puesto que no traslada el agua de un río a otro o de una cuenca a otra.
Esta obra se denomina técnicamente conducción de Agua desde el Acueducto Tajo-Segura para incorporación de recursos a la llanura manchega. Afecta a 58 municipios y más de 450.000 habitantes en una zona que va desde Horcajo de Santiago hasta Puertollano. Buena parte de esta zona está sobre el Acuífero 23, que se calcula que tiene capacidad para 30.000 hectómetros, con un déficit de 3.000 que se ha cubiero en parte (unos 1.700) gracias a las lluvias recientes, que han hecho posible la recuperación de Las Tablas de Daimiel.
La parte finalizada de la obra es el ramal principal, formada por un depósito regulador para el tratamiento de agua potable más la conducción propiamente dicha, que han supuesto la inversión de 152 millones de euros. El sistema contará, además, con ramales secundarios para llegar a todos los muncipios afectados, en las provincias de Cuenca, Ciudad Real, Albacete y probablemente alguno de Toledo. La sección de la tubería va disminuyendo a medida que llega más lejos, de forma que en sus tramos de más capacidad tiene un diametro de un metro ochenta, que se reduce a 1.600 milímetros, 1.400, 800 y 350, en sus tramos finales.
La Tubería a La Mancha se dió por inaugurada en la instalación de distribución situada en el término municipal de Alcázar de San Juan, por lo que correspondió al alcalde Sánchez Bódalo actuar como anfitrión y darle la bienvenida a las autoridades, entre las que se encontraba el consejero de ordenación del territorio, Julián Sánchez Pingarrón, el director general del Agua, Josep Puxeu y el presidente Barreda. El alcalde alcazareño calificó el momento de histórico, que cumple un sueño de toda una amplia comarca.
Al acto asistieron también muchos alcaldes de las poblaciones afectadas, que, según el presidente regional, ya pueden decirle adiós al fantasma de la sequía. Esta tubería arranca de un tramo del acueducto del Tajo hacia el Segura, un trasvase que se ha venido llevando el agua del Tajo, pasando junto a pueblos, señaló Barreda, que debían ser abastecidos en verano con cisternas. Por eso, aseguró el presidente, esta nueva tubería no es un trasvase, puesto que no traslada el agua de un río a otro o de una cuenca a otra.
Esta obra se denomina técnicamente conducción de Agua desde el Acueducto Tajo-Segura para incorporación de recursos a la llanura manchega. Afecta a 58 municipios y más de 450.000 habitantes en una zona que va desde Horcajo de Santiago hasta Puertollano. Buena parte de esta zona está sobre el Acuífero 23, que se calcula que tiene capacidad para 30.000 hectómetros, con un déficit de 3.000 que se ha cubiero en parte (unos 1.700) gracias a las lluvias recientes, que han hecho posible la recuperación de Las Tablas de Daimiel.
La parte finalizada de la obra es el ramal principal, formada por un depósito regulador para el tratamiento de agua potable más la conducción propiamente dicha, que han supuesto la inversión de 152 millones de euros. El sistema contará, además, con ramales secundarios para llegar a todos los muncipios afectados, en las provincias de Cuenca, Ciudad Real, Albacete y probablemente alguno de Toledo. La sección de la tubería va disminuyendo a medida que llega más lejos, de forma que en sus tramos de más capacidad tiene un diametro de un metro ochenta, que se reduce a 1.600 milímetros, 1.400, 800 y 350, en sus tramos finales.
0 comentarios:
Publicar un comentario