Longinos Abengózar será hijo predilecto de Alcázar

Volvió a comenzar la sesión ordinaria de Pleno con el minuto de silencio tradicional que se guarda siempre que, desde la última sesión, se ha vuelto a producir una víctima mortal de la violencia de género.

Como en todas las reuniones administrativas e institucionales periódicas, el primer punto del orden del día es la aprobación de las actas de las sesiones anteriores, pero en este caso el portavoz del grupo municipal socialista advirtió que se iba a ausentar de la sala si no se le daba garantía de que todos los concejales del equipo de gobierno iban a votar, entendiendo que de no ser así (como ha ocurrido en anteriores ocasiones en las que se abstuvo el segundo teniente de alcalde) no se podía considerar al pleno como constituido y, por tanto, sus acuerdos como válidos. Como el alcalde señaló que no podía saber cuál sería el sentido del voto de cada uno de los concejales, el grupo socialista abandonó brevemente sus escaños. Pero los concejales restantes votaron todos a favor de la aprobación del acta anterior.

El punto que había suscitado mayores expectativas era la propuesta de la alcaldía para nombrar hijo predilecto de la ciudad al sacerdote Longinos Abengózar, arcipreste de Aracena recientemente nombrado canónigo de la catedral de Huelva. Se retoma así una propuesta del grupo Ciudadanos por Alcázar en la anterior legislatura que fue rechazada por la mayoría. El grupo socialista entiende que ese expediente ya está cerrado, mientras que el equipo de gobierno considera que se han producido nuevos méritos del personaje y que por eso puede reabrirse el expediente.

La corporación estaba incompleta porque faltaban dos concejales y en estos casos el reglamento prescribe que la votación debe ser personal y secreta. La segunda portavoz del grupo municipal socialista anunció que su grupo levantaba la disciplina de partido para que cada concejal votase en conciencia. Había diecinueve concejales. Trece votaron que sí, cinco votaron que no y otro metió en la urna el sobre vacío, lo que se consideró como abstención.