Fuente: Comunicación Sanidad Y Asuntos Sociales
Los recién
nacidos prematuros que ingresan en la unidad disfrutan del
contacto precoz con sus padres desde su nacimiento, en un ambiente con control de estímulos estresores similar al que tenían cuando estaban
en el útero
La Unidad de Cuidados Intensivos
neonatal y pediátrica del Hospital General ‘La Mancha Centro’ de Alcázar de San
Juan (Ciudad Real), dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, ha
proporcionado hasta la fecha una óptima atención a 300 niños del área
sanitaria, cuyos padres y familiares han tenido a su disposición este servicio
especializado sin necesidad de tener que desplazarse a otros centros.
Parte del
éxito de estos buenos resultados se debe a la forma de trabajar que impera en
esta unidad, cuyos profesionales de enfermería proporcionan unos cuidados centrados
en el desarrollo (CCD) con el objetivo de favorecer el desarrollo
neurológico y emocional del recién nacido enfermo, así como disminuir el estrés
y la carga de sufrimiento que conlleva el ingreso para los bebés y sus
familias.
Entre las medidas que aplica el personal de enfermería de la
UCI neonatal y pediátrica del Hospital Mancha Centro destacan las destinadas a
disminuir las posibles agresiones ambientales, como pueden ser el ruido o la
luz. Lo que se intenta es proporcionar unas condiciones similares a las
existentes en el útero, donde el feto se encuentra en un ambiente cálido, oscuro, húmedo
y con los ruidos del exterior amortiguados. En concreto, se
trata de crear un ‘hábitat’ que proporcione unos estímulos sensoriales
adecuados que le permitan un desarrollo global correcto en cada etapa de su
crecimiento.
‘Horas quietas’
Así mismo, la UCI neonatal del hospital alcazareño ha
establecido lo que se conoce como ‘horas quietas’ y lleva a cabo una
estrategia de mínima manipulación para garantizar el descanso de los niños.
Para ello, sólo durante las horas fijadas, los profesionales sanitarios
pueden realizar todos los procedimientos y estudios no urgentes y rutinarios
(toma de constantes directas, aspiraciones, cambios posturales, exploración
física, análisis, pruebas, etc.). En el caso de los niños inestables, se tiene
el máximo de constantes monitorizadas.
Igualmente, tienen
instaurado un protocolo de manejo no farmacológico del dolor mediante el que
aplican medidas como la administración de sacarosa oral previamente a la
realización de técnicas dolorosas, la succión no nutritiva durante la
realización de las mismas o incluso realizarlas cuando el bebé está en brazos
de sus padres o durante el amamantamiento, lo que se ha demostrado eficaz en el
control del estímulo doloroso en los bebés.
Contacto con los padres
Otra de las líneas en las que se basan los cuidados de recién
nacido prematuro en la UCI neonatal y pediátrica del Mancha Centro es el
fomento del contacto con los padres desde su nacimiento. Para ello, se les
permite la entrada para que puedan cuidar a sus hijos mejorando su evolución.
Las profesionales de enfermería animan a los progenitores a acariciar
muy suavemente
a su hijo y hablarle en voz baja, y les hacen partícipes del respeto a los
periodos de descanso del niño.
Y es que está demostrado que la cercanía con la madre
favorece un mejor desarrollo psicomotriz, una mayor estimulación y un aumento de sensación
de seguridad al bebé. El contacto piel con piel del recién nacido y su madre o
padre durante la realización del método
canguro regula el ritmo cardíaco, la temperatura, la glucosa en sangre y
el sistema inmunitario del bebé.
Del mismo modo, el personal de enfermería de la UCI
neonatal y pediátrica del hospital alcazareño utiliza nidos o barreras de
contención para el cuidado de la postura y mantenimiento de la flexión
fisiológica del recién nacido, lo que le aporta tranquilidad, seguridad y
confort como cuando se encontraba en el útero de su madre.
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