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domingo, 2 de septiembre de 2012

Recesvinto Casero da la bienvenida a la feria de Alcázar, una ciudad que “se pregona por sí sola”

Fuente: Gabinete de Prensa Ayto de Alcázar

El presidente de la Unión Democrática de Pensionistas ofreció la noche del sábado el pregón inaugural

Diego Ortega destacó del pregonero su defensa de la cultura y las raíces alcazareñas

Recesvinto Casero era el encargado de pronunciar la noche del sábado el pregón inaugural de la Feria y Fiestas 2012 de Alcázar de San Juan, en un acto multitudinario con el que la ciudad daba el pistoletazo de salida oficial a ocho días de un sinfín de actividades lúdicas y culturales para el disfrute de todos los vecinos.

El encargado de abrir el acto, que contó con la presencia de la diputada nacional Carmen Quintanilla y el presidente de la Red Castellano-Manchega de Desarrollo Rural (Recamder), Ángel Exojo, fue el alcalde, Diego Ortega, quien destacó el gran trabajo realizado por las diferentes áreas municipales en la elaboración del programa de feria en unas fiestas que van a durar dos días más de lo acostumbrado, pero que no por ello van a suponer un gasto mayor para el Consistorio. De hecho, subrayó que “se ha hecho más con menos”.

Ortega insistió en la variedad de la programación y en la gratuidad de los conciertos previstos para evitar que la situación económica impida a los vecinos disfrutar de ellos. Asimismo, agradeció la implicación de todos los colectivos sociales de la ciudad y les deseó unas felices fiestas.

En lo que se refiere al pregonero, el alcalde lo definió como “un amante de su pueblo, de su ciudad, con la que durante toda su vida ha estado y está involucrado”. Ortega recordó que su profesión era la de ferroviario, tan vinculada a la propia historia de Alcázar, y mencionó sus aportaciones a las artes escénicas, el teatro y la zarzuela, a la música y a la literatura, con la publicación de dos poemarios y la preparación de un nuevo libro que saldrá próximamente dedicado a las costumbres y oficios locales.

Por todo ello, destacó de Recesvinto Casero su encendida defensa de la cultura y las raíces alcazareñas, y subrayó su espíritu participativo en la vida social como presidente provincial de la Unión Democrática de Pensionistas, de cuya directiva nacional es además miembro. También pertenece al Ateneo de Alcázar y ha sido colaborador en diferentes medios de comunicación.

EL ÚLTIMO PREGONERO
Recesvinto Casero comenzó su pregón dedicando un sencillo homenaje a Joaquín Moreno, quien fuera el último pregonero de Alcázar; esa profesión que consistía en informar a la población, trompetilla en mano, de cuanto debía saber siempre “de orden del señor alcalde”.

Así pues, Reces, como es conocido en Alcázar, se vio como un heredero ocasional de aquellos profesionales, aunque reconoció humildemente que su papel como pregonero de las fiestas no era necesario, ya que Alcázar es una ciudad “que se pregona por sí sola”. “No necesita pregón ni pregonero; se vende como el buen paño, en arca”, dijo.

A partir de aquí el pregonero demostró su amor por la ciudad con intensos piropos como “Alcázar de San Juan, mora y cristiana, ciudad milenaria y noble, cruce de caminos y ciudad de asiento; caballero y castillo, molino, lagar, corazón de una región y relicario de ilusiones, veleta de los doce vientos molineros”.

Recesvinto Casero repasó también la rica historia de Alcázar para ir desde lo más antiguo, como fue su pasado de ciudad romana y árabe, hasta lo más sencillo, como son esos antiguos oficios ligados fundamentalmente al campo y que con el paso de los años se fueron perdiendo. “Ya no resuena en la empedrada calleja el altisonante ‘¡arre mula!’, ni el ‘¡so, jardinera!’. Hoy se oye el rugido acompasado del moderno tractor”.

De ahí pasó a rememorar las ferias de su infancia, para lo que recitó diferentes coplillas del folklore manchego, y acabó mencionando a personajes ilustres relacionados con Alcázar de San Juan como Miguel de Cervantes, del que aseguró que era alcazareño; Azorín, que mencionó a las gentes de la localidad en alguna de sus obras; a María de Molina, esposa de Sancho IV, que dio a luz a su hijo Fernando IV de Borgoña en Alcázar; o Alfonso XIII, que pasó en varias ocasiones por la estación ferroviaria. “¿Veis? Hemos pasado de lo más llano, de lo más sencillo, a lo más elevado. Y es que Alcázar de San Juan es eso, espiritual y práctico a la vez”, comentó.

Recesvinto Casero concluyó invitando a los impacientes vecinos, incluyendo a los “forasteros” (“¿qué digo forasteros, si en Alcázar nadie lo es?”) a comenzar a vivir sus fiestas locales y a disfrutar de ellas y del amplio programa previsto. Por ello, la frase con la que cerró su pregón fue “¡vámonos a la feria!”.
DESFILE Y CORTE DE CINTA
Acabado el pregón, y tras el lanzamiento de algunos cohetes y la entrega al pregonero por parte del alcalde de una réplica del Torreón del Gran Prior, comenzó el desfile hacia el recinto ferial encabezado por la Asociación Banda de Música de Alcázar de San Juan y por los gigantes y cabezudos.

La primera parada tuvo lugar ante el monumento a Don Quijote y Sancho, a los que se les colocaron los tradicionales pañuelos al cuello, lo que también se hizo con el pregonero, el alcalde, la diputada nacional y el resto de miembros de la Corporación Municipal.

Una vez en el recinto ferial, Diego Ortega cortó la cinta inaugural en tanto que la banda interpretaba el himno de España y el pregonero procedía al encendido del arco luminoso de entrada al ferial.

Inaugurada la feria tuvo lugar en la plaza de toros una competición de “Grand Prix”, que enfrentó a seis equipos de jóvenes de la localidad, mientras que en la Avenida de Pablo Iglesias se lanzaron los fuegos artificiales y en la Piscina Municipal la Orquesta Alhambra ofrecía una gran verbena popular.

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